
Miriam nació en el seno de una familia humilde y con padres muy jóvenes. Los padres de Miriam decidieron tener al bebe a pesar de su juventud y de los pocos recursos económicos que tenían.
Todo fue bien durante el embarazo pero, durante el parto, Miriam sufrió una falta de oxigeno en el cerebro que sus padres biológicos no dieron importancia en un principio. Tras el paso de unos meses, la bebe Miriam no cambiaba de posición en la cama, no se mantenía sentada y se le caía la cabecita.
Según dice la propia Miriam, sus padres biológicos pensaron dos cosas: Miriam era una vaga (cosa improbable) o le pasaba algo (eso era lo mas probable). La llevaron a médicos y el diagnóstico fue fatal: Parálisis Cerebral y además con el peor pronóstico posible, nunca hablaría, nunca andaría y quizás, se arrastraría con los brazos a los 15 años.

Sus padres biológicos, ante este diagnóstico, pronóstico y los escasos recursos que tenían tomaron la decisión mas difícil de su vida: dar a su hija en adopción, en donde encontrase unos padres que pudieran ocuparse de ella. Así paso de ser la primogénita en su familia biológica a ser la pequeña de siete hermanos en su familia adoptiva, la familia Fernandez.
La familia Fernandez no acepto el pronóstico que los médicos le habían dicho a Miriam y su padre empezó a hacer ejercicios a la pequeña, con estos ejercicios, la pequeña empezó a dar sus primeros pasos. Con estos primeros pasos y viendo que el pronóstico que le habían dicho no era verdad, decidieron llevar a la pequeña a un fisioterapeuta. Una anécdota que Miriam cuenta es que a la fisioterapeuta siempre la acompañaba su hermana Rocío. La fisioterapeuta empujaba a Miriam una vez, dos veces, tres veces y Rocío se enfadaba con la fisioterapeuta. Rocío no entendía que Miriam se iba a caer muchas veces a lo largo de su vida y necesitaba saberse caer para que no se hiciera daño. A Miriam le avergonzaba caerse tantas veces porque la gente se queda mirándola pero Rocío le dijo: no te preocupes, si te caes me caigo yo encima y así no te ven. También necesitaba saberse levantar tras una caída. A la vista de las personas “normales” la madre de Miriam estaba haciendo un “crimen” por no ayudarla a levantarse. Esto es una de las muchas veces que la gente habla sin saber.

Miriam sufrió builling cuando empezó a ir al colegio. Sus compañeros de clase la cortaban el baby, la quitaban las cosas, la cortaban el pelo e incluso servía de “pelota” para sus compañeros mas mayores. Siempre le ha gustado cantar y cantaba en clase pero sus compañeros siempre se lo impedían: la dejaban sin acabar la canción. Al llegar a casa, Miriam ponía a todos sus muñecos en fila e imaginaba que estaba en un escenario, ponía música y cantaba pensando que esos muñecos eran un público estupendo pidiendo a gritos que cantase otra canción. Decidió enfrentarse al builling con una sonrisa y lo puso a prueba: funciono. Aquellos diez años en la que sufrió maltrato escolar fueron los peores años de su vida.
El mejor deporte para Miriam fue nadar. Su familia la llevaba a diario a una piscina en la que aprendió a nadar. Se planteo y se apunto a una competición de natación, claro quedó la última porque competía con niños sin limitaciones físicas aparentes. El reto de Miriam era ganar un campeonato de natación, así que tenía que nadar en igualdad de condiciones: se presento a campeonatos de natación para personas con limitaciones físicas y ganó tres medallas de oro. Fue una etapa muy feliz para ella; nos cuenta que se reían muchísimo en aquella furgoneta que les llevaba a los campeonatos e incluso le empezó a salir algún noviete.
Quedaba por llegar un día que jamás olvidara. Oyo sirenas y voces en casa, Miriam se levanto de la cama y salió de su habitación, a su padre le había dado un derrame cerebral. Y , para colmo, por la tarde, su hermana Rocío sufrió un infarto cerebral. Su padre se recupero la primera vez pero no aguanto un segundo derrame cerebral y murió. Rocío recibió un terrible pronostico: jamás volvería a caminar. No quería seguir viviendo si vivir significaba estar sin moverse inmovilizada en una cama para el resto de su vida. Miriam fue a ver a su hermana al día siguiente y le recordó el pronostico que a ella le hicieron al nacer. Rocío volvió a caminar.

Miriam ganó la segunda edición de “Got Talent”, “La Voz” y “Tú si que vales” ¡Bravo por ti Miriam! Has luchado contra todo pronostico y lo has conseguido. Nos has abierto una puerta mas para que la sociedad en la que vivimos crea un poco mas en las muchas capacidades y cualidades que tenemos las personas con limitaciones.
¡GRACIAS MIRIAM!