
El desarrollo emocional implica cambios. Es formar seres armónicos, con capacidad para expresar afecto a otros, encontrar cualidades en los demás, ser tolerantes con las deficiencias o los errores de las personas allegadas, manejar sus emociones y construir a partir de las cualidades de las personas que les rodean o familiares.

El desarrollo emocional se forma desde el nacimiento y se consideran los primeros años de vida como la etapa crítica en la futura formación de vínculos del infante.
Los niños provenientes de entornos familiares desfavorecidos son más susceptibles a tener problemas de desarrollo y una salud deficiente. Por ello, se han desarrollado intervenciones domiciliarias, cuyo objetivo es ayudar a los padres a proporcionar un ambiente familiar de mejor calidad para sus hijos con el fin de prevenir o mitigar estos resultados adversos. Específicamente, estos programas buscan optimizar los resultados de desarrollo de los niños a través de la educación, la capacitación y el apoyo a los padres en su propio hogar, para que estos puedan proporcionar un entorno estimulante y educativo para sus hijos.

La adolescencia es una etapa entre la niñez y la vida adulta; en este sentido, se caracteriza por la mayor intensidad que hay en las emociones negativas y vacilación del estado de ánimo en esta etapa. De hecho, el antecedente de estas cuestiones emocionales se remontan en la etapa de la pubertad, donde hombres y mujeres segregan hormonas para adquirir ciertas características sexuales primarias (indispensable para la reproducción) y características sexuales secundarias, como el cambio de pecho en las mujeres, voz tanto en hombres como mujeres y la aparición del vello púbico. Así mismo dentro del desarrollo emocional influye no solo este tipo de cambios físicos, si no también el desarrollo del prefrontal, en el cual se deja atrás al sistema límbico. Esto implica probabilidad de conductas impulsivas, conflictos emocionales y conductas de riesgo.

En segundo lugar, en lo que respecta al desarrollo emocional también se ve involucrado temas de la identidad vocacional, ya que los cambios en esta etapa provocan cuestionamiento, búsqueda de identidad, autoconcepto, diferenciarse de los padres para poder encontrar el sí mismo, muchas veces este proceso lleva consigo enfrentamiento.
En tercer lugar, es importante mencionar que los adolescente atraviesan un proceso de identidad vocacional que puede ser logrado, en moratorio, difuso o cerrado. Cabe resaltar que el desarrollo emocional de esta etapa involucra temas como los fuertes lazos con los amigos, las relaciones románticas y la base segura o insegura que proporciona la familia. Conductas desadaptativas en adolescentes pueden involucrarlos con temas de drogas, alcohol, temas de violencia, etc.

El autoestima es una percepción subjetiva que combina la imagen ideal con la imagen real de un individuo. Está influenciado por el autoconcepto, así pues, este puede tener una carga positiva o negativa, lo cual influye en la imagen positiva o negativa que tengamos de nosotros mismos. De esta forma, el autoconcepto que implica el autoestima tiene efectos sobre la autoeficacia, es decir, la capacidad de poder realizar actividades con éxito y de tener control sobre el ambiente. Los constructos mencionados involucran tanto la identidad, lo importante que se siente uno a partir de los demás y sobre todo, en uno mismo, el nivel de aceptación en cuestiones psicológicas y físicas. Por otro lado, una falta de autoestima mezclado con factores conlleva a hechos contraproducentes.

Una falta de autoestima puede conllevar a hechos contraproducentes, como los casos de anorexia como a la bulimia, lo cual se produce debido a distorsiones cognitivas que implican percepción corporal negativa y una necesidad por disminuir peso. En la anorexia se pueden ver conductas dirigidas a establecer dietas estrictas, así como dejar de comer. Por otro lado, en el caso de la bulimia se puede observar; por lo general, personas que se alimentan pero luego se incitan a expulsar la comida a través del vómito; en algunos casos, también esto va acompañado de dietas estrictas. Ambos casos involucran características de perfeccionismo, aceptar lo deseable socialmente, en su mayoría son mujeres, tendencia a ansiedad en la niñez, mayor preocupación por peso y forma, historia familiar con estos casos o padres preocupados por peso.

Su importancia radica en que ambientes más flexibles pueden propiciar un mejor desarrollo emocional a diferencia de casos extremos, como ambientes familiares rígidos o en exceso flexibles (se asocia con libertinaje). En este sentido, ambientas más flexibles están relacionados con relaciones más cálidas y comunicación entre padres e hijos, sobre todo en la adolescencia esto es vital, ya que los estados de ánimo son más intensos en esta etapa, lo cual indica la presencia de un guía comprensivo y empático.
Estilo de crianza autoritario
Padres que imponen un elevado valor a la obediencia; así pues, expresan un alto grado de afirmación del poder.

Estilo de crianza autoritativo
Padres menos preocupados por la obediencia en sí, más bien, se interesan por aprendizaje de principios básicos y establecer en el hogar una disciplina inductiva.

Estilo de crianza permisivo
Padres cumplen con los deseos de sus hijos y toleran acciones contraproducentes.

Las relaciones románticas en la adolescencia contribuyen al desarrollo de su intimidad e identidad. Se caracterizan por mayor intimidad e intensidad en esta etapa, sobre todo a los 16 años, donde suelen cobrar más importancias que padres, amigos o hermanos. Cabe resaltar que las relaciones con padres e iguales pueden afectar la calidad de las relaciones románticas.
La etapa de la adolescencia es fundamental para el desarrollo de las amistades, ya que, incrementan su grado de reciprocidad, equidad y estabilidad.Existe una mayor dependencia de los amigos en los temas de confianza, apoyo y comparten más confidencias que con los padres.En el desarrollo emocional, los adolescentes tienden a contar sus sentimientos y pensamientos a otra persona con la que tengan que compartir un lazo de amistad. Por último, la capacidad que tienen para establecer una amistad también va a relacionado con su identidad y su autoestima.

Los cambios a tantos niveles lo llevan a cuestionarse; en la búsqueda de la identidad se implica el enfrentamiento con los padres, se da un complejo proceso de identificación-diferenciación buscando sentirse diferente, él mismo. Cabe añadir que en el intento por romper la dependencia se confunden, creen que rompen afectos. La crisis de identidad se caracteriza por tener un concepto realista de sí mismos, sumado al autoestima adecuada, valores relativamente estables, lo cual es una tarea primordial del adolescente. De esta manera, se tiene un claro concepto del yo y un rol valorado por la sociedad. Por otro lado, es importante mencionar que el estilo de crianza y las relaciones con los padres ayudan a afianzar su identidad.

La depresión aumenta en la adolescencia, es calificado como un trastorno que afecta a las personas cuando se sienten «tristes» o «solas». En ellos, la depresión puede ser causado por factores sociales, como comportamientos aprendidos en el entorno que desencadenan estas actitudes o por algún suceso en la vida, lo cual causa que se depriman. Por otro lado, el alcoholismo o alguna enfermedad terminal también pueden provocar depresión en los adolescentes.

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