LA GRAN DESCONOCIDA PSIQUE HUMANA

La psique es un concepto procedente de la cosmovisión de la antigua Grecia, que designaba la fuerza vital de un individuo, unida a su cuerpo en vida y desligada de este tras su muerte. El término se mantiene en varias escuelas de psicología, perdiendo en general su valor metafísico: se convierte así en la designación de todos los procesos y fenómenos que hacen la mente humana como una unidad.

El verbo griego ψύχω  psycho significa «aire frío». A partir de este verbo se forma el sustantivo ψυχή, que alude en un primer momento al soplo, hálito o aliento que inhala al nacer el ser humano. Dado que ese aliento permanece en el individuo hasta su muerte, ψυχή pasa a significar la vida. Cuando la psique escapa del cadáver, lleva una existencia autónoma: en la mitología griega, se convirtió en esposa de Eros, el dios del amor. En el arte, desde la época romana en adelante, se suele representar a Psique como una joven alada.

La psiquis no es solo la conciencia del individuo, como tampoco es una suma de su conciencia y su inconsciencia, o siquiera un trinomio entre estos y el superego. Esta diferenciación entre «sectores» que parecen llevar a cabo tareas relativamente definidas fue adoptada y estudiada por Freud, aunque él mismo reconoce que no se trata en verdad de entidades claramente delimitadas, sino parte de un todo, la psiquis.

El cerebro es nuestro órgano más misterioso: de él parten todas las órdenes y las regulaciones del organismo, de las más simples a las más complejas de las funciones psicológicas. El cerebro procesa la información sensorial, controla y coordina el movimiento, el comportamiento y las funciones corporales homeostáticas, como los latidos del corazón, la presión sanguínea, el balance de fluidos y la temperatura corporal. El cerebro es responsable de la cognición, las emociones, la creatividad, la memoria y el aprendizaje. La capacidad de procesamiento y almacenamiento de un cerebro humano estándar supera aun a los mejores ordenadores hoy en día.

La psique, al igual que el cerebro, está estructurada en distintos grados de complejidad que se han construido por etapas, a través del desarrollo ontogénico del hombre, cubriendo un amplio espectro, desde los centros analizadores de las señales, (lóbulos temporales) provenientes de los órganos sensoriales, hasta llegar a crearse las estructuras que posibilitan la existencia de pensamientos, sentimientos, voliciones, etc., en los lóbulos frontales.

Los seres vivos surgen como individuos biológicos, cuya transformación en nuevas especies es consecuencia de un mayor desarrollo y una mayor flexibilidad en sus mecanismos de adaptación al medio, que transmiten a su descendencia. Los mecanismos psíquicos de adaptación en los animales son heredados biológicamente mediante selección natural por la progenie.

Las especies menos favorecidas para adaptarse, son aquellas cuyo aprendizaje no son nuevas formas de conducta, sino que las respuestas se desencadenan ante estímulos, lo que se denomina reflejo condicionado.

El animal, por ejemplo, es una unidad biológica que porta un potencial más o menos desarrollado de estructura psíquica, condicionando su comportamiento biológico al grado en que es capaz de ejecutar funciones propias del psiquismo, y al grado de la estructura social de su comunidad, como por ejemplo en los lobos o los chimpancés y por tanto su determinación estará orientada en mayor o menor grado, por leyes biológicas. Así el cerebro animal es un órgano biológico, que puede o no, desarrollar funciones psíquicas.

El hombre posee un alto grado de necesidad de socializar, que influye en su comportamiento, al grado que la mayoría, lo único que quiere es desempeñar su rol de sujeto social. Para lograr integrarse en la sociedad, con las actividades necesarias, es imprescindible una forma de orientarse, aceptar que es lo bueno y que es lo malo en la sociedad en la que vive. En su etapa de aprendizaje se asirá a estereotipos, para resolver sus necesidades biológicas y sociales, asumiendo determinados patrones y modelos de conducta, que le sirven de pauta para satisfacer esas necesidades y orientarse en el medio social. Normalmente, la persona no debe buscar nada fuera de esos patrones y mucho menos crear otros nuevos, si no quiere ser rechazada. Así el individuo provisto de esas reglas, normas y modelos de interacción social se convierte en una personalidad social, sujeta a todas las actividades al nivel de civilización de su sociedad, que moldean su personalidad.

Para desarrollar su psiquismo es el individuo mismo, quien debe bucear en su propia mente y trabajar en sí mismo para desarrollar sus propias habilidades de pensamiento y personalidad. Una teoría es igual que un mapa, y los mapas más útiles frecuentemente no son una representación realista del terreno. No deben tomarse literalmente, muchas veces, como los mapas, su propósito es expresar conceptos y términos del mundo de un modo simplificado. No hay porque objetar que no sea la realidad, solo compare y saque sus propias conclusiones. En busca de la felicidad, primero hay que escuchar, después es necesario entender, y por último hay que aprender lo necesario y ordenar el resto para poder acceder a ello en cualquier momento. No resulta posible optimizarse como ser humano, si no se van adquiriendo cotas crecientes de armonía, con uno mismo y con el entorno.

En general el miedo a hacer el ridículo, o a equivocarnos, está relacionado con una autocrítica personal negativa. Al percibir el mundo que nos rodea, lo vemos con una óptica limitada y reducida, no pudiendo observar lo que los demás ven con claridad. Las normas sociales nos entrenan para ver y pensar de una manera determinada, lo que nos da una visión estrecha.

La mayoría de personas procesan la información usando el análisis, que es el método de resolver un problema descomponiéndolo en piezas y analizando estas una por una. En contraste, una minoría, procesan la información usando síntesis, en donde se resuelve un problema como un todo, intentando usar un método de relaciones para resolver el problema. La llamada «simultaneidad visual». 

Ansiedadangustiamiedo: son estados que se caracterizan por aparecer como reacción ante un peligro. Son tan fuertes a veces, las señales o impulsos generados, que se produce un bloqueo general con la consiguiente sensación de aturdimiento.

Como norma general, la mejor forma para superarlos, consiste en potenciar la confianza y seguridad en uno mismo. Cuanto más dominio tiene de si una persona, más fácil le es afrontar las situaciones difíciles, pues la serenidad es garantía de eficacia. Hay que potenciar pues, el control sobre la mente y afrontar las situaciones embarazosas, sin rehuirlas, como un reto que ayuda a sentirse cada vez más seguro.

Y…. ¡esto no es todo amigo!

Si te interesa el mundo de la Psicología, tieness problemas o preocupaciones que no sabes resolver, cualquier cosa que no entiendas siempre puedes hacer clic aquí

http://www.psicologiasinlimitacionesonline.com

Conoceras quien soy y podrás ponerte en contacto conmigo ¡te espero!

Deja un comentario